LA DEFENSA DE LA VIDA EN TODAS SUS ETAPAS ES EL PRIMER DERECHO HUMANO
NUEVA YORK, 25 de septiembre (C-Fam) Los líderes mundiales rompieron en aplausos en veintisiete oportunidades durante el discurso del Papa hoy ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, incluso cuando pidió la defensa del «derecho a la vida» y cuando dijo que la familia es «la célula primaria de cualquier desarrollo social».
Los defensores de la vida y la familia recibieron sus palabras como un desarrollo de referencias más sutiles a sus causas durante el discurso del Papa ante el Congreso de los Estados Unidos. El presidente de Culture of Life, Robert Royal, dijo que las expresiones ante la ONU fueron una defensa enérgica y explícita de la vida humana y del matrimonio natural aun cuando no se usaron los términos «aborto» y «homosexualidad». Royal es miembro de la junta directiva de C-Fam, editor de Friday Fax.
En un determinado momento, el Papa indicó que la defensa de la vida debe preceder al discurso sobre el medio ambiente: «La casa común de todos los hombres debe continuar levantándose sobre una recta comprensión de la fraternidad universal y sobre el respeto de la sacralidad de cada vida humana», que incluye la «de los no nacidos», y añadió que «debe también edificarse sobre la comprensión de una cierta sacralidad de la naturaleza creada».
De igual modo, vinculó la defensa del matrimonio natural a la naturaleza misma. A la vez que elogió la codificación del derecho en documentos escritos como uno de los «éxitos comunes» más importantes de la ONU, invocó la ley natural, a la que llamó «ley moral inscrita en la propia naturaleza humana, que comprende la distinción natural entre hombre y mujer» que también exige «el absoluto respeto de la vida en todas sus etapas y dimensiones».
Por otro lado, lamentó la promoción de «falsos derechos» y dijo que «ningún individuo o grupo humano se puede considerar omnipotente, autorizado a pasar por encima de la dignidad y de los derechos de las otras personas singulares o de sus agrupaciones sociales». En este sentido, hizo eco de su predecesor, el papa Benedicto XVI, quien en su discurso de 2008 ante la ONU se refirió al intento de enfrentar derechos humanos, como ser los de la madre y su hijo, uno contra otro en una falsa competencia que deja en manos de las elites la decisión de quién triunfa.
Aunque el Papa mencionó normas políticas explícitas como los Objetivos de Desarrollo Sostenible y las próximas conferencias sobre cambio climático en París, no las ratificó de manera expresa. Más bien, dijo que son señal de «esperanza». Advirtió sobre las palabras vacías que fijan objetivos pero no marcan una diferencia real en las vidas de «mujeres y hombres concretos […] que viven, luchan y sufren».