ESTOS SON LOS CATOLICOS QUE NECESITAMOS

InfoCatólica
7/07/15 
 
HABÍA SIDO SANCIONADO POR LA JUNTA DE ANDALUCÍA
Farmaceutico, hace uso del derecho Constitucional de la objeción de conciencia.  El Tribunal Constitucional, avala la objeción de conciencia de un farmacéutico para no vender la píldora «del día después»
Algo extaño, El Pleno del Tribunal Constitucional de España ha otorgado el amparo a un farmacéutico de Sevilla que fue sancionado por la Junta de Andalucía por no disponer de la llamada «píldora del día después», informa el Alto Tribunal en un comunicado. Según informa La Razón, el Pleno considera que, en este caso concreto, la sanción impuesta al demandante vulneró su derecho a la objeción de conciencia como manifestación de la libertad ideológica y religiosa, que la Constitución reconoce en su art. 16.1.

Por el contrario, el Tribunal rechaza otorgar el amparo en relación con la negativa a despachar preservativos, pues en ese supuesto no existe «ningún conflicto de conciencia con relevancia constitucional».


La sentencia, de la que ha sido ponente el Magistrado Andrés Ollero, cuenta con el voto particular discrepante de la Vicepresidenta, Adela Asua, así como con el del Magistrado Fernando Valdés Dal-Ré, al que se ha adherido Juan Antonio Xiol. El ponente de la resolución ha redactado un voto particular concurrente.
Dos son las cuestiones que ha analizado el Tribunal para resolver el recurso han sido, por un lado, si el derecho a la objeción de conciencia que la doctrina constitucional reconoce a los médicos es también aplicable a los farmacéuticos; y por otro, la incidencia del derecho a la objeción de conciencia sobre otros derechos y, de forma particular, sobre el derecho de la mujer a la salud sexual y reproductiva, que incluye el acceso a las prestaciones sanitarias para el aborto así como el acceso a los medicamentos anticonceptivos y contraceptivos autorizados en España.

 
Que Bueno que todavía queden profesionales cuya conciencia y responsabilidad ante la vida, sea mayor que el negocio, y el miedo a la reacción de los clientes que puedan acusarlos ante la autoridad.

 

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