EL FEMINISMO TOTALITARIO HA ENDURECIDO SU POSTURA EXIGIENDO LEYES QUE GENERAN INJUSTICIAS

 Círculo Atenea España

El pasado 28 de febrero, la Asociación de Mujeres por la Paz Mundial celebró en Madrid una Jornada sobre ‘La Ideología de Género en la Sociedad’ en uno de cuyos paneles intervino, en representación de Profesionales por la Ética, Alicia V. Rubio. En concreto, se trataba de la mesa a la que correspondió abordar el tema ‘La formación de la identidad de género’.

(Profesionales por la Etica / Círculo Atenea) También participó Teresa Nevado (Presidenta Agrupación de Madrid de Forum de Política Feminista), con la moderación de María Jesús Cañellas, Presentadora TVE. El tema desarrollado por Rubio fue «La Ideología de Género frente a la
neurofisiología, la antropología y sus implicaciones en la aplicación a la educación y el trabajo».
Con este motivo, el Círculo Atenea España le ha realizado una entrevista cuyo contenido, publicado en el portal de dicho Círculo, reproducimos seguidamente.
Alicia habló sobre ‘La I.G frente a la neurofisiología, la antropología y sus implicaciones en la aplicación a la educación y el trabajo’

Alicia, ¿puedes contarnos tu impresión sobre dicho acto?
Fue muy interesante porque se invitó a ponentes con distintos puntos de vista respecto a la Ideología de Género: a favor y en contra, de forma que el público pudiera contrastar las razones de ambas posturas.

¿Es la Ideología de Género un tema que interese a la sociedad?
Sí, y cada vez más. La gente empieza a comprender que hay unas razones internas para determinados comportamientos sociales, imposiciones, legislaciones… que les afectan mucho y que no parecen tener una lógica evidente. Cuando descubren que esas razones se explican por la existencia de una ideología que lo impregna todo, se interesan y mucho.

¿Crees que crece un movimiento social, hasta ahora reprimido y castigado, contra una postura feminista totalitaria?
Sí, poco a poco el feminismo totalitario ha ido endureciendo su postura y exigiendo legislaciones inaceptables que generan injusticias. Eso ha llevado a que el frente social que se opone a esta ideología se amplíe con muchos damnificados de todo tipo y a que se empiecen a conocer muchas cosas que permanecían ocultas o han pasado desapercibidas.

¿Cuáles son, para ti, muy reducidamente, lo que nos distingue neurofisiológicamente a hombres y mujeres?
Aparte de ser iguales en dignidad y derechos y a tener una inteligencia semejante, somos diferentes en todo: nuestra conformación cerebral, fruto de irrigaciones hormonales diferentes según el sexo, nos determina en gustos, deseos, intereses, percepciones, comportamientos y capacidades. Tener cerebros conformados de forma diferente implica diferencias.

Físicamente somos también muy diferentes: nuestras capacidades físicas son diferentes y esto viene motivado por unos roles biológicos, que no sociales, para los que estamos tan perfectamente diseñados, hombres y mujeres, que nos ha permitido sobrevivir como especie.
¿Antropológicamente?

La especialización de la reproducción sexual hizo que machos y hembras se especializaran en diferentes funciones biológicas: el varón, menos valioso biológicamente (que no como persona), se especializó en la defensa de la prole, búsqueda de comida e inspección de territorio… para lo que le ayudó un cuerpo más preparado para el ejercicio físico y la lucha; y la mujer, más valiosa biológicamente por ser reservorio del embrión y alimentadora de las crías lactantes, está diseñada con un cuerpo perfectamente adaptado a la maternidad y la crianza: caderas anchas, acumulación de grasa como «despensa de lactantes y colchón del embrión».

Los comportamientos están adaptados también a esos roles biológicos. El gusto por la confrontación, la competición y la lucha propias del varón, y el alto grado de sedentarismo de la mujer facilitan esos roles biológicos. Obviamente hay que partir de que nuestra parte biológica no tiene los mismos objetivos que nuestra cultura. Estamos diseñados para la supervivencia de la especie, no para ser iguales, noble objetivo social que siempre debe tener presente la realidad biológica de nuestras diferencias.

Obviamente… ¿No podemos tener capacidades para todo por género?
La verdad es que no creo en el género como concepto. Lo que es evidente es que nuestro sexo nos capacita mejor para unas cosas que para otras y, aunque somos capaces de aprender, y mejorar, sería lo lógico que potenciáramos aquellas facetas para las que estamos más dotados y nos sentimos más competentes. Y no estoy hablando de impedir deseos individuales: cada uno ha de desarrollar las capacidades que más le gratifiquen y que suelen ser en las que se siente más competente. Lo que es ridículo es igualar ratios por sexo y no por intereses, gustos capacidades o deseos. Eso implica que puede haber ámbitos dónde haya más mujeres, o más hombres.

¿Ello no supondría, más que una suerte de discriminación de la naturaleza como afirman algunas feministas, sino capacidades ampliadas hacia uno u otro terreno?
En efecto, la naturaleza no discrimina. No conoce ese concepto. Simplemente, para la supervivencia de la especie capacitó a unos y otras de forma diferente y, aunque todos podemos hacer casi todo, dotó a los hombres con, por ejemplo, una mayor capacidad de orientación (por evolución, sobrevivieron los que más capacidad de orientación tenían por lo necesario que era) y a las mujeres con una mayor capacidad de empatía y comprensión de sentimientos (eso ayudaba a las relaciones interpersonales en los poblados).
¿Hay solución para el desajuste creado por el Neo feminismo?
Siempre hay solución. El feminismo «de género» irrumpió en una sociedad incauta que no supo valorar los problemas de unas doctrinas sin fundamento científico y le fue fácil, mediante todo tipo de técnicas de manipulación, establecerse.
Sin embargo, somos muchas las mujeres que no nos sentimos, en absoluto, identificadas o representadas por semejantes teorías y movimientos. Y se está empezando a plantar cara a una ideología imposible de defender ante datos científicos, realidad y sentido común.
De hecho, en la ponencia de la que hemos hablado, se evidenció que, frente a los datos científicos, la experiencia personal de todos y la lógica más elemental, las feministas «de género» solo aportaban creencias e interpretaciones sesgadas de la realidad.

Sobre la LIVG ¿Qué decir?
La LIVG es una legislación fundamentada en la ideología de género y, por tanto, en una mentira. Y una ley ideológica no puede, ni en realidad quiere, cambiar la situación que la propicia y que, de hecho, es su coartada. Lo que busca es alterar los valores sociales en función de su planteamiento ideológico, que presenta al varón como un maltratador en potencia y a la mujer como una víctima siempre. Y eso, lo desmiente la realidad todos los días.

Con base en una mentira interesada, vulnera derechos fundamentales como la presunción de inocencia, cuantifica el mismo hecho como falta o delito en función del sexo, discrimina creando ciudadanos «de primera» y «de segunda» e incentiva, por diversos mecanismos, la falsa denuncia…
Es una vergüenza jurídica que, para mayor escarnio, no ha logrado disminuir las muertes de mujeres (en realidad no quiere) a la vez que ha aumentado los suicidios de varones víctimas de injusticia legal en procesos de divorcio.
Si algún político tuviera un mínimo de decencia y sentido común, derogaría esa ley por vulnerar derechos fundamentales y ser absolutamente inútil.
¿Algo que añadir que no le hayamos preguntado?
Que en caso de que algo haya quedado poco explicado por falta de espacio, agradecereremos las preguntas que puedan surgir. También, estamos a disposición de cualquier asociación u organismo que quiera informarse sobre el timo de la Ideología de Género.

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