COMO TRASMITIR VALORES A LOS HIJOS
Seguramente a todos los padres de familia nos gustaría que nuestros hijos compartieran con nosotros esa valoración de las cosas, que asumieran los valores que nosotros consideramos importantes. Nos da miedo que se equivoquen en algo tan importante, que consideren alguna cosa como algo valioso y apetecible, y que en realidad no sea más que un espejismo.
¿Hay alguna manera de asegurar que ellos asuman unos valores realmente valiosos? O dicho de otra manera, ¿puedo enseñar a mis hijos a apreciar los mismos valores que a mí me parecen importantes? La respuesta es que sí, aunque naturalmente no se puede asegurar completamente. Se puede afirmar que, si se intenta de manera coherente, los resultados son apreciables. Por otro lado también conviene asegurarse de que los valores que tenemos son realmente lo mejor que podemos ofrecerle.
Como es lógico, es del todo imposible tener la certeza de que los valores que consideramos primordiales son tan importantes como nos parece. Pero como mínimo, debemos valorar nuestra propia coherencia. Si nuestra conducta no se adapta a nuestra escala de valores, revisemos nuestra conducta o nuestra escala de valores y cambiemos alguna de las dos. Generalmente debería ser nuestra conducta lo que tendríamos que cambiar.
Una vez decididos los valores que vamos a enseñar, veamos cómo hacerlo.