LA VIOLENCIA EN MEXICO CRECERÁ EN PROPORCIÓN AL ABORTO.

Padre Juan Rivas
La despenalización del abominable crimen del aborto en el Distrito Federal es la causa de que se haya disparado la violencia en todo México. Esto se supo durante un exorcismo.
Debemos revertir las criminales leyes abortistas:
Ver video: http://www.youtube.com/watch?v=4q5Pqr6xObU
Les expongo algunos argumentos y razones:

1. El derecho a la vida es un derecho inalienable sobre el que se sustentan todos los otros derechos del hombre. El aborto suprime de raíz este derecho. Y por tanto todos los otros derechos también corren peligro de ser suprimidos.

2. «Yo tengo derecho ha hacer con mi cuerpo lo que me venga en gana». Antes de embarazarte te puedes cortar la nariz, la oreja. Pero una vez que estas embarazada esa vida naciente no es tu cuerpo, tan no lo es que si te pellizcan chillas tú, pero si pellizcan a la criatura en su vientre el que chilla y se retuerce es el bebé. El otro no eres tú. ¿Difícil de entender verdad? (JPablo II decía que la pérdida de la fe, está llevando a la pérdida de la razón)

3. Nunca es lícito matar a un inocente. Si esto no lo puede entender un hombre de leyes, no se puede esperar que no encuentre escape para saltarse otras leyes que no son tan obvias y evidentes. Pero además el hacer violencia contra el débil y el inocente no se puede quedar en el aborto, sino que se extiende como un virus en toda la sociedad. Por eso es lógico que la violencia en México se haya desatado a niveles de crueldad (y de proporción) muy semejantes al aborto.

4. Una tragedia no se resuelve con otra tragedia. Muchos de los casos en los que se justifica el aborto son porque la mujer ha sufrido la violencia. Ellas merecen todo el apoyo de la sociedad, pero el bebé no es el culpable. El aborto promueve la violencia contra el indefenso e inocente y exonera o al menos olvida al verdadero culpable.

5. Nadie tiene derecho sobre otra persona. Esto es válido no sólo para las abortistas sino para las mujeres que exigen «derecho a tener un hijo» Están rompiendo el mismo principio ético, aunque de diferente naturaleza: de creerse con derechos sobre otra persona. La mentalidad materialista favorece la mentalidad abortista: «quiero, puedo, tengo dinero, por tanto lo hago». El si es lícito o no, está ausente de nuestras conciencias.

La Virgen que vino a México a botar a Satanás, está muy triste de ver como su pueblo está aceptando al maligno enemigo, con la violencia en proporción al aborto.

Scroll hacia arriba