AMOR DE TRES
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Autor: Cristian Conen.
Un pequeño extracto del final de la conferencia del Dr. Cristian Conen autor del libro “El Amor en el camino de vida”, donde nos hace un paralelo del noviazgo y matrimonio con la navegación.
Cita el autor, que en la navegación matrimonial sólida, no es suficiente con el esfuerzo que puedan hacer él y ella, estos dos timoneles con su inteligencia y buena voluntad para gobernar todos los afectos que cultivan esta relación. La ruta de la vida es larga y dura, por lo tanto es importante subir al barco a Dios, y no como ayudante de timonel, sino como Capitán, pues Él es quien diseñó el barco y Él es el mayor interesado que lleguemos al puerto de la felicidad.
Si profundizamos en lo que es el sacramento matrimonial, nos damos cuenta que significa: “subir a nuestro barco (vida matrimonial) a Jesús”, pero esta subida no solo será el momento de la ceremonia del matrimonio y luego nos olvidamos de Él, será una invitación para toda la vida, pues hay que aprender de Él, pues fue Él quien diseñó el barco, hay que alimentarse de Él, de su sabiduría, y esto lo logramos con la
Eucaristía, hay que dialogar con Él sobre el día a día de la navegación, los vientos, temporales, etc. y eso es la Oración. Cuantas veces perdemos el rumbo y podemos con Él rectificarlo a través de la Reconciliación.
Debemos contar con Jesús en la construcción del barco como arquitecto naval, (enamoramiento y noviazgo) esto nos garantiza, que nuestra nave tendrá la calidad y fortaleza necesaria, para lanzarlo a los mares de la vida, y luego subirlo a Él en el barco para que sea Él el capitán, y nos guíe, es la decisión más sensata e inteligente que puede hacer una pareja, claro está si somos creyentes, si no lo somos, podremos esforzarnos, pues el matrimonio no es solo de los católicos es patrimonio universal, pero si será más difícil el no sucumbir en las tempestades cuando no creemos, y no queremos tener esa ayuda superior a nuestras propias fuerzas.
La gran riqueza del matrimonio sacramental, es la fa fe en Jesús, el contar con Él en los momentos cuando los vientos son adversos, y las velas no son suficientes, cuando los motores empiezan a fallar en el barco, allí el contar con Jesús, nos dará la fortaleza, la templanza, la paciencia y todas y cada una de las virtudes que nos regresarán a una buena navegación. Concluyendo, el sacramento del matrimonio, es la unión de tres, Un Hombre, una Mujer y Jesús.